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Sobre el determinismo clásico y la Contingencia Aparente. 

El presente texto surge como una propuesta alternativa para desacreditar el valor explicativo absoluto de la ciencia moderna. 

Parto de un determinismo clásico, en el que la realidad esta compuesta por una sucesión o cadena de acontecimientos que tienen un comienzo y un final. Es en en la relación de estados intermedios donde surge lo interesante. 

Cifro A como el comienzo, y B como el final. Entiendo que sin A no puedo llegar a B, pero además no puedo haber llegado a B si no ha existido previamente A. A continuación establezco un punto A’ a medio camino entra A y B, de hecho A’ no puedo darse sin que exista A previamente y no puede continuar si no existe B. 

A’ como razón de la trama, digamos que no importa donde lo coloquemos depende del comienzo y del final. Esta estructura lineal o flecha del tiempo señala la dirección de los fenómenos o acontecimientos. 

A continuación suponemos que Heisenberg ha fallecido en A’’, de forma que establecemos su nacimiento en A’.  Es decir, su vida ha transcurrido desde A’ a A’’. En tal caso, establecemos un punto intermedio en su vida, un viaje a los Alpes, en el que se produce un grave accidente al ascender a una de las cumbres, y en el que nuestro físico, rueda varios metros, entre nieve y rocas, hasta quedar semi-inconsciente. La pregunta es: ¿Podría haber muerto Heisenberg en los Alpes? La respuesta si entendemos que no puede morir dos veces, es no. La hora de nuestro físico es A’’, todo esto en base a lo expuesto hasta ahora y teniendo presente una visión determinista clásica. En este sentido, la fuerza de la gravedad, su peso o todo lo que hubiera supuesto un riesgo para su muerte, fue aparente. Es lo que denominaremos hasta ahora como Contingencia Aparente (CA). 

Este concepto es capital, porque implica la posibilidad aparente de elección en la vida, pero es que además afecta a nuestra concepción del saber científico, como un saber para justificar un orden o unas reglas inherentes que permitan delimitar y hacer posible la trama global. 

Así, seguimos un guión, pero no sabemos en virtud de las rutinas de los demás agentes que nos deparará el futuro, lo que si es cierto es que la Contingencia Aparente, desmonta la clásica concepción de que tenemos plena facultad para elegir nuestro futuro. Esto abre las puertas a jugosas reflexiones en el ámbito filosófico y coloca a la naturaleza o al orden natural como unas reglas básicas para operar la realidad.